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Con frecuencia, el cuidado de nuestras manos puede pasar desapercibido hasta que notamos síntomas como sequedad, rojez o pequeñas grietas, especialmente en áreas como los dedos y el dorso de las manos. Estos problemas suelen intensificarse con el uso frecuente de productos de limpieza o debido a factores ambientales, como el clima frío y seco. A continuación, compartimos algunos consejos efectivos para cuidar tus manos y prevenir el daño causado por estos factores externos.

Hidrata tus manos con regularidad

El uso de una crema hidratante después de cada lavado es fundamental para restaurar la barrera protectora natural de la piel, conocida como manto lipídico, que suele dañarse por el contacto constante con productos de limpieza. Opta por cremas hidratantes que contengan ingredientes humectantes como la urea, glicerina o ácido hialurónico, que ayudan a mantener la hidratación en la piel durante más tiempo.

Recomendación de productos:

  • Uriage Bariederm Crema de Manos (Uriage) – Ideal para reparar y proteger la piel de las manos.
  • Cicaplast Crema de Manos (La Roche-Posay) – Especial para pieles sensibles y dañadas.
  • Ureadin Crema de Manos (ISDIN) – Hidratación profunda que alivia la sequedad.

Cambia a un jabón suave y neutro

El tipo de jabón que utilizamos para lavar las manos también puede hacer una gran diferencia. Los jabones fuertes pueden eliminar el manto lipídico y aumentar la sequedad y la irritación. Para evitar esto, elige un jabón suave con pH neutro, que limpiará sin dañar la barrera natural de la piel.

Usa crema con corticoide para calmar el enrojecimiento y el picor

Si tus manos ya presentan rojez, grietas o picor, podrías beneficiarte del uso de una crema que contenga corticoide(siempre bajo la recomendación de un profesional médico), que ayudará a reducir la inflamación y calmar la sensación de ardor y picor.

Protege tus manos en todo momento

Además de los cuidados mencionados, intenta proteger tus manos siempre que sea posible. Si realizas actividades que implican el uso de agua o productos de limpieza, como lavar los platos o hacer limpieza en el hogar, usa guantes para reducir el contacto con sustancias que puedan agredir la piel.

Mantén una rutina nocturna de cuidado

Para una hidratación más intensiva, aplica una crema reparadora en manos y cutículas antes de dormir, y si tus manos están especialmente dañadas, puedes ponerte unos guantes de algodón después de la crema para potenciar su efecto.

Con estos sencillos consejos, puedes mantener la piel de tus manos suave y saludable, a pesar del uso frecuente de productos de limpieza y factores ambientales adversos. Recuerda que la constancia en el cuidado es clave para prevenir y mejorar las molestias de sequedad y rojez.